“Le robaron Ovación”

“La Traición es cuestión de tiempo”

Cardenal-Duque de Richelieu. Prelado, noble y hombre de estado francés (1585-1642)

La última vez que vi a Micky Rospigliosi fue hace más de tres años. Era el sepelio de Mario Rusca Agüero (Mario Grau para los oyentes de la radio) se me acercó y me extendió la mano para saludarme como si nada hubiera pasado.

Y si que habían pasado varias cosas…la última vez que habíamos coincidido fue en la mítica cabina de Ovación en el Estadio Nacional de donde salí literalmente expectorado entre gritos y reclamos del “director periodístico”(ósea él) el cual era muy bien escoltado por su brazo derecho de la época: Héctor Madrid. Ese fue mi último momento en Ovación, la radio y el programa que escuché desde niño y del que me enorgullezco el haber pertenecido.

Los detalles que precipitaron mi salida son ahora anecdóticos; reclamar mis haberes, hacerme respetar en mi derecho a cobrar meses atrasados y en ese ínterin comentar mi problema entre futbolistas y entrenadores, fue lo peor –al modo de ver del Micky del 2000- que se me pudo ocurrir.

Tiempo después me enteré que Carlos Flores (el gerente financiero de Ovación y su amigo de niñez) se quedó con la radio y un día el que salió expectorado de la radio fue él, el destino quiso que el mismísimo Micky Rospigliosi, el hijo de Pocho perdiera su propia radio en manos de su gran amigo Carlos Flores, el gerente financiero.

No pude más que sentir pena por él. Sentí pena por la mayoría de los comentaristas que albergaba en ese momento la radio, la cual se debatía en una crisis apocalíptica y avizoré que ese probablemente sea el final, el triste final…me equivoqué.

La radio no sufrió mayores variantes, la gente que en un principio supuse se iba a ir con Micky, pues no se fue, y la verdad no la culpo, el trabajo y la manutención de las familias estaba primero así que haciendo de tripas corazón se quedaron a la espera de las novedades que podrían haber ahora bajo la dirección del “gerente financiero”

Micky, ahora clamas por justicia, y la verdad en esta cruzada estoy contigo, a pesar de que fuiste el directo causante de mi partida, no te guardo rencor; es más, considero que estás pagando con creces tu soberbia y tu a veces malintencionada forma de proceder.

¡Me robaron Ovación! el artículo aparecido este último domingo en La República me ha motivado a escribir algo al respecto
http://larepublica.pe/11-05-2008/me-robaron-ovacion

¿O acaso no es verdad que cuando quería hacer algún reclamo de índole laboral me derivabas donde el “gerente financiero” el cual muchas veces “jugaba en pared” contigo?

¿Crees saber qué se siente cuando acudes a clamar justicia no?, debe ser lo mismo que sentí aquella vez en el Ministerio de Trabajo cuando una “abogaducha” a la cual habían instruido muy bien –probablemente tú y el “gerente financiero”- me dijo en mi propia cara y en la de mi abogado que yo “nunca había trabajado en Ovación, que solo dejaba mis casetes en las mañanas y que no era parte de la radio, solo un colaborador que estaba en el régimen de locación de servicios” volándote con este argumento y de un solo cuajo, cerca de 5 años de trabajo, el cual sabes perfectamente que cumplí muy bien y del cual sabes –más perfectamente- hasta me enfrenté con tus “enemigos” por ti.

Y lo que la “abogaducha”, con pinta de otra cosa menos que de jurisconsulta no sabía, es que en los registros de la radio existen centenares de grabaciones, transmisiones y reportes que fueron parte de mi aprendizaje y de los cuales –eso tampoco lo sabes- me siento orgulloso, porque si algo no he podido decirte personalmente es que yo en Ovación aprendí de todos y borrar tantas cintas les hubiera tomado mucho tiempo.

Ese mismo tiempo es el que no quise perder con Ovación, no quise seguir con un enjuiciamiento y acepté que así eran las reglas del juego, ok! me dije, esta vez perdí; agarré todos los documentos probatorios que me ligaron a la radio, incluyendo las cartas notariales que me cursaste (en las que aseguras que Ovación no me debía nada sino más bien el deudor era yo: te debía, según tu mal redactada carta, un celular Tango 300, si, esos que parecen ladrillos, asi que solo atiné a reír)

Y lo dejé allí, me quedé con los recuerdos, con las enseñanzas, con los viajes, con todo lo que pude aprender en mi corta pero importante estancia. Me quedé con el recuerdo de los reportes, de las pocas primicias que pude conseguir, de cómo la radio era escuchada en todas partes y del esfuerzo que eso significó.

Y aprendí de todos; aprendí de ti, la admiración que te tenía como mi jefe y director estaba basada en el respeto que creo logré por esa época como reportero, tus comentarios por esos días iban ya contra la corriente y no es que fueran dogmas para mí, pero eran, en su gran mayoría, exactamente lo que yo pensaba. Me jalaste luego a Canal 5, me incluías en la mayoría de viajes y eso de verdad te lo agradezco, lo que menos soy es desagradecido.

Por eso considero que es injusto que te expreses de algunos compañeros que se quedaron en la radio y no se fueron contigo, ¿tu les ibas a dar trabajo Micky?, si tu “gerente financiero” -como bien lo has contado-te cagó y con creces, ¿Qué querías?, no puedes cuestionar esa actitud, no es justa y está motivada por el dolor de haber perdido el legado de “Pocho”, varios de ellos trabajaron con tu padre, sé que eso te duele y lo comprendo, pero…¿Qué hacer en una situación tan compleja?

Me parece injusta la forma en la que te expresas de Héctor Madrid, un tipo que siempre fue tu brazo derecho, un tipo en el que recaía toda la responsabilidad organizacional de la radio, un tipo del que aprendí –aunque te parezca mentira- muchas cosas. Salvo que hayan pasado cosas que desconozco creo que Héctor Madrid cumplió contigo, con Pocho en su momento y con la radio desde que se creó. ¿Es cuestionable que se quede en la radio con el “gerente financiero”?, pues sí –yo no lo hubiera hecho de estar en el pellejo de Héctor- pero me imagino que las necesidades económicas están primero y tu ex amigo debe de haber sabido sacar provecho de esas circunstancias, no lo sé, especulo.

Aprendí también de Rolly Cadillo, al cual has ninguneado sin asco (“El programa clásico de las siete de la noche es un absoluto bodrio. Es de esperar pues, si quien era cuarto comentarista, el señor Rolly Cadillo, es ahora conductor") y bueno Micky; ya murió Enrique Valdez, ya no está Mario Grau, ya no estás tú, pues es lógico que Rolly sea el conductor y sé que a pesar de lo que has declarado sabes que Rolly no es un bodrio, no te pases!

Micky, todo esto sé que te ha golpeado y duro; si a mí -cuando me fueron- y que no soy más que una minúscula parte de la historia de Ovación, me golpeó… me imaginó que ahora no la debes estar pasando muy bien.

Nunca te pude decir que por haber trabajado en Ovación se me cerraron decenas de puertas-nadie quería al hijo de Micky-, nunca te pude decir que Ovación, tú, Mario Grau, Héctor Madrid, Enrique Valdez, Rolly Cadillo fueron fundamentales en mi formación como periodista.

Y sobretodo nunca te pude decir que del que menos aprendí fue del “gerente financiero” al cual una vez acudí haciendo gala de mi mayor capacidad teatral para pedirle un “adelanto”, aquella vez enfermé a mi madre de algo “incurable” (tal era la desesperación por cobrar “algo” que no se me ocurrió otra cosa, y tu sabes que esas cosas a mí me tienen sin cuidado, el objetivo era cobrar) ¿y qué crees?: me dijo que no había plata… y bueno Micky, en ese momento tu confiabas en él y no te fijabas en nimiedades, siempre terminabas derivándonos a quien luego fue el que te jodió la vida.

A pesar de todo, no te guardo rencor, solo espero que hayas cambiado, reflexionado, comprendido que el destino es una suerte de rueda, a veces estás arriba y a veces estás abajo; no se puede ir por la vida haciéndose el cojudo, mirando para otro lado sin atender a gente que de verdad te estimaba y a la cual le cambiaste –sin querer o no- la vida.

Espero que recuperes la radio, esa radio es tuya y todos lo sabemos, desde los que estamos fuera hasta los que se quedaron con el “gerente financiero”… que ahora legalmente te la hayan quitado no cambiará el hecho de que Ovación es parte de la historia de la radio en el Perú y que pertenece a la familia Rospigliosi. Micky, de verdad espero que cuando la recuperes sepas valorar el trabajo de quienes hicieron que la radio sea la mejor, no lo olvides, la soberbia no te ha llevado a ningún lugar…ah, y porsiacaso, no me debes nada, creo que con todo esto que te pasa ya todo queda saldado.