El mundo de cabeza. El campeonato peruano es el Macondo que Gabo alguna vez imaginó. Una comisión de justicia ha determinado que el Sport Ancash tiene que perder la categoría por la mala inscripción de dos jugadores en el campeonato del 2006; y en su lugar debe ascender el José Gálvez de Chimbote.
Nada sería raro o inusual si esta determinación no se diera cuando ya empezó el campeonato del 2007 y se tienen jugadas ya varias fechas, lo que entre reclamos y apelaciones de por medio, vician de una manera feroz el buen desarrollo de este precario torneo.
Y es que en medio de todo este depelote está José Mallqui; quien, recordemos, estuvo involucrado en el intento de soborno a jugadores del Torino de Talara en el año 96, amigo personal de Alfredo Gonzales -con el pasivo que arrastra semejante galardón- además de haber sido jefe de equipo de Universitario de Deportes por muchos años.
Ahora, es también congresista de la República -bueno, reune los requisitos básicos para serlo en el Perú: inmoralidad a prueba de balas- y para darle un sentido desquiciado a este asunto es también miembro de la comisión que -dice- nos va a clasificar al mundial de 2010.
Esto último si que es una cosa de locos. Ya que para ser miembro de la comisión mundialista los representantes tienen que ser de los equipos de la primera profesional y Mallqui -al haber perdido la categoría- no puede ejercer semejante función; es más, ya deberían de haberlo hecho renunciar. Pero están esperando que alguien les "arregle el asunto" para permanecer allí. ¡Que tal sinvergüenza!
Mallqui igual ha viajado a Japón con la selección Peruana -esto lo pinta de cuerpo entero- a pesar de que su equipo se debate en la pérdida de la categoría y de que definitivamente más vale acá que allá en éste su fin supremo.
Lo que este señor -el título le puede quedar un poco holgado- debe hacer, es renunciar inmediatamente a la comisión mundialista y otorgarle el cupo a alguien que de verdad trabaje y no se aproveche del cargo para los "viajecitos". Ademas debe asegurarle el sueldo a todos los jugadores que contrató para este año sabiendo que una espada de Damocles pendía sobre él, que honre sus deudas y que respete los contratos vigentes.
Lo gracioso de todo esto es que los indicios sindican a Mallqui como el voto dirimente en la elección del D.T. actual, el voto que permitió a Uribe encaramarse como técnico, el voto del que hizo uso al prometérsele que no perdería la categoría, el voto con el que compraron su estancia en primera división.
¿Alguna vez ha visto basura en cantidades industriales?, échele una mirada a la Comisión que nos va a clasificar al mundial, la inmoralidad "en vivo y en directo"; con Mallqui presente todo es posible... y es congresista todavía.
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