Impotencia. Eso es lo que debe de sentir el aficionado ante la incapacidad de la “comisión de trabajo” que nombró el incompetente de Arturo Woodman para sacar de la FPF a Burga y de pasada a sus amigos.
La comisión de Woodman fue desde un principio una “payasada”…
http://kikebravo.blogspot.com/2007/11/la-comisin-de-woodmanuna-payasada.html
Los miembros que fueron designados para tal fin tenían todas la de perder ante una dirigencia
acorralada, asustadiza y chantajeada.
Nombrar a una comisión transitoria para dirigir los destinos de la FPF hubiera sido posible si los actuales dirigentes de los clubes se ponían de una vez por todas los pantalones y no ceden ante la extorsión del innombrable presidente del fútbol peruano.
Acá ha imperado el sentido de conveniencia de las cosas, ¿para qué forzar una desafiliación que nos dejaría sin Copa Libertadores y muy probablemente desafiliados de la misma FPF?, la lógica de los dirigentes es la de mantenerse en el mismo “barro” con Burga y “a lo que venga…”
No han sido capaces de ponerse de acuerdo para sacarlo porque simplemente temen perder el dinero de taquillas y de posibles campeonatos internacionales. No han podido ponerse de acuerdo porque las amenazas de Burga penden sobre sus cabezas; los dirigentes nacionales simplemente no tienen la capacidad de gobernar el propio campeonato que integran y su incompetencia –no solo a nivel de manejo de sus clubes- tiene visos estratosféricos al no poder ni siquiera ponerse de acuerdo en lo que respecta a su propio destino.
Burga los ha manejado una vez más, Burga se ha burlado una vez más del dividido mundo que gobierna el balompié peruano, Burga con esto nos ha demostrado que en base al “terrorismo psicológico” que domina puede seguir entornillado en un cargo que le queda ampliamente gigantesco.
Woodman- un tipo sin agallas y que camina por donde el viento sopla- nos ha demostrado que es tan o más incapaz que Burga y no ha sido competente tampoco para hacer respetar las leyes peruanas que por encargo del gobierno -a través del IPD- se deben de cumplir.
No sé si es sensato pensar que Burga ha monitoreado el manejo de esta frustrada comisión. No sé qué pensar de los dirigentes de La U, Alianza y Cristal que en las elecciones últimas de la Federación estaban contra Burga, no creo que sea solo miedo, aquí hay algún regalo de Burga, algún beneficio que no vemos y que sabremos en el futuro, alguna de esas cosas que el tristemente célebre presidente de la FPF nos tiene reservado para más adelante.
¿Hay algún otro mecanismo para sacarlo y que se respeten las leyes?...creo que sí, los clubes deben de ponerse los pantalones y tomar la Bastilla de una vez por todas… el miedo es precisamente lo que Burga quería conseguir en ellos y lo logró al más puro estilo de la mafia siciliana.
Woodman debe irse simplemente para dar el ejemplo, el gobierno debe nombrar a otro Jefe del IPD –que no sea tan “papanatas” como el Ingeniero saliente- y empezar a acorralar al “presidentucho” por donde más le duele: investigando a sus esbirros de las departamentales, convenciéndolos de que sin él no les va a pasar nada, que no todo en su mundo es Burga, que no todos son whiskys, fotos y agasajos…que los balones de fútbol son baratos y ellos también se los pueden regalar.
La comisión de Woodman fue desde un principio una “payasada”…
http://kikebravo.blogspot.com/2007/11/la-comisin-de-woodmanuna-payasada.html
Los miembros que fueron designados para tal fin tenían todas la de perder ante una dirigencia
acorralada, asustadiza y chantajeada.
Nombrar a una comisión transitoria para dirigir los destinos de la FPF hubiera sido posible si los actuales dirigentes de los clubes se ponían de una vez por todas los pantalones y no ceden ante la extorsión del innombrable presidente del fútbol peruano.
Acá ha imperado el sentido de conveniencia de las cosas, ¿para qué forzar una desafiliación que nos dejaría sin Copa Libertadores y muy probablemente desafiliados de la misma FPF?, la lógica de los dirigentes es la de mantenerse en el mismo “barro” con Burga y “a lo que venga…”
No han sido capaces de ponerse de acuerdo para sacarlo porque simplemente temen perder el dinero de taquillas y de posibles campeonatos internacionales. No han podido ponerse de acuerdo porque las amenazas de Burga penden sobre sus cabezas; los dirigentes nacionales simplemente no tienen la capacidad de gobernar el propio campeonato que integran y su incompetencia –no solo a nivel de manejo de sus clubes- tiene visos estratosféricos al no poder ni siquiera ponerse de acuerdo en lo que respecta a su propio destino.
Burga los ha manejado una vez más, Burga se ha burlado una vez más del dividido mundo que gobierna el balompié peruano, Burga con esto nos ha demostrado que en base al “terrorismo psicológico” que domina puede seguir entornillado en un cargo que le queda ampliamente gigantesco.
Woodman- un tipo sin agallas y que camina por donde el viento sopla- nos ha demostrado que es tan o más incapaz que Burga y no ha sido competente tampoco para hacer respetar las leyes peruanas que por encargo del gobierno -a través del IPD- se deben de cumplir.
No sé si es sensato pensar que Burga ha monitoreado el manejo de esta frustrada comisión. No sé qué pensar de los dirigentes de La U, Alianza y Cristal que en las elecciones últimas de la Federación estaban contra Burga, no creo que sea solo miedo, aquí hay algún regalo de Burga, algún beneficio que no vemos y que sabremos en el futuro, alguna de esas cosas que el tristemente célebre presidente de la FPF nos tiene reservado para más adelante.
¿Hay algún otro mecanismo para sacarlo y que se respeten las leyes?...creo que sí, los clubes deben de ponerse los pantalones y tomar la Bastilla de una vez por todas… el miedo es precisamente lo que Burga quería conseguir en ellos y lo logró al más puro estilo de la mafia siciliana.
Woodman debe irse simplemente para dar el ejemplo, el gobierno debe nombrar a otro Jefe del IPD –que no sea tan “papanatas” como el Ingeniero saliente- y empezar a acorralar al “presidentucho” por donde más le duele: investigando a sus esbirros de las departamentales, convenciéndolos de que sin él no les va a pasar nada, que no todo en su mundo es Burga, que no todos son whiskys, fotos y agasajos…que los balones de fútbol son baratos y ellos también se los pueden regalar.