23 octubre, 2015

Todo por una Coca Cola de Litro y medio... "Las Tinajas" y su maltrato

No suelo escribir en este blog sobre cuestiones personales. El caso lo amerita. Esta es una breve crónica de cómo un pésima atención en una pollería (Las Tinajas-Jesús María) provocó luego, al irme a otra, en el mayor susto que he pasado en mi vida.
Todo por no tener a personas adecuadas y eficientes en el trato con sus clientes.

Ayer fue mi cumpleaños, decidimos irnos a comer a "Las Tinajas" una buena pollería, a la que ya había ido antes, que se caracteriza  por tener  un pollo muy sabroso y una muy buena variedad de cremas para acompañar.

Fuimos con mis padres, mi esposa, una sobrina y mi hijo de 5 años. Llegamos con una torta en la mano, pensábamos cantar el famoso "Happy Birthday" luego de comer.

El mozo me comentó luego de que hicimos nuestro pedido, que constaba de un pollo y medio y una Coca Cola de Litro y medio-ofrecida por el mismo mozo, que podía acceder con solo mostrar mi DNI a cualquier trago que esté en la carta. ¡Qué bien! agradecí la oferta, el muchacho se retiró para traer nuestro pedido con mi DNI y con la promesa de traer una Cuba Libre.

Minutos después el mozo regresó a nuestra mesa, nos indicó que la oferta "no incluye a TODOS los tragos de la carta" solo era válido pedir o Pisco Sour o Chilcanos, bueno, accedimos a solicitar un Chilcano. La Oferta se redujo por arte de magía, los minutos seguían corriendo y los comensales se estaban poniendo inquietos.

Luego de otros largos minutos regresa el mozo, transpirando, seguramente por lo que nos iba a anunciar, temeroso me dice que la Coca Cola de Litro y medio no puede ser traida a la mesa; le pregunté ¿Por qué? ¡si él mismo la había ofrecido! Me informó que solo era para su servicio "Delivery"; lo cuestioné, le dije que ya habíamos pedido el pollo, que estábamos hace rato allí, que era mi cumpleaños, que me cambió la oferta de tragos, que los niños querían de una vez la gaseosa y que se apure porque tenemos hambre... me miró, no atinó a nada, solo a decir: "No se puede señor"

Le volvía a explicar: "hermano, hemos aceptado que cambies la oferta de tragos, hemos pedido pollo y medio, vamos a consumir, sabes que es mi cumpleaños, tráete la gasesosa para los niños, tu me la ofreciste, tráela"... me volvió a decir :"No se puede señor"
Bueno, si tu no puedes llama al administrador, lo insté; "Quiero hablar con él" le dije ya medio molesto pero con la esperanza que un tipo de mayor nivel y criterio resolvería el problema.

Vino, le expliqué, me escuchó y me volvió a decir lo mismo :"Solo para Delivery señor",  o sea, tenían el producto pero por una cojudez no me la querían traer. Le ofrecí pagarle el triple por la gaseosa, le dije que no me obligue a cruzar la pista para traer yo una gasesosa de la calle, que era mi cumpleaños y que ya me estaba molestando. Me miró imperterrito, imperturbable -con el mozo atrás agazapado- me dijo que no se podía... Estallé: ¡ ¿Por una gasesosa de mierda me vas a obligar a irme? ¿Dónde está tu criterio? Te vamos a consumir, vamos a pasar la noche acá, ¿cómo es posible que no resuelvas!? Siguió mirándome, era evidentemente un gran incompetente - o es, porque sigue trabajando allí seguro- y no atinó a resolver nada.

Me paré, pedí que todos nos levantemos y le dije : ¡Me largo de acá! !Hay que ser bien imbéciles para perder cuatro clientes que van a consumir por no traer una gaseosa que además SI tienes y NO te da la gana de traer! Me largo carajo!

Y nos fuimos, nunca atinaron a resarcirnos, ni atajarnos ni a disculparse, una partida de ineptos, unos idiotas con corbata michi.


Nos fuimos a otra pollería, de esas tradicionales, las que tienen juegos para los niños. Fuimos bien atendidos y los niños jugaron y comieron.

Luego, me pegué el susto de mi vida, mi hijo desobedeciéndome, se escondió en una especie de castillo de plástico-que generalmente así son estos juegos- se escondió porque no quería irse, lo perdí de vista cerca de 5  interminables minutos; pasaron por mi cabeza lo peor que piensa un padre en estas circunstancias, pensé que lo habían secuestrado, que me habían seguido, que alguno de mis enemigos -que uno granjea en esta carrera- se lo había llevado. Por suerte solo era una malcriadez.

Todo porque dos sujetos no pudieron resolver en "Las Tinajas" de Jesús María, todo porque no pudieron traerme una maldita CocaCola de litro y medio a pesar que si la tenían.
Sé que no tiene nada que ver que mi hijo me desobedezca, pero suele suceder que a veces la cadena de hechos termina en un desafortunado momento gracias a la seguidilla de estupideces de alguien.

Hoy, temprano, se lo conté a Phillip Butters, le dimos muchos minutos a esto, si, creo que deberían despedir a ese par de ineptos, no pienso volver a "Las Tinajas" así me ofrezcan disculpas o más pollo.

Todo por una Coca Cola de litro y medio.

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