El aficionado sufre y reniega con los resultados futbolísticos que la selección nos “regala” en los ya casi 20 años de fracasos, desde la selección de Pepe pasando por la de Popovic-Oblitas, hasta llegar a la de Del Solar.
Y bueno, volteamos y nos encontramos con otros como nosotros, peruanos, avergonzados también, y empezamos a recordar la mala hora en la que las madres de varios responsables los trajeron al mundo, nos ponemos beligerantes y maldecimos –como tantas veces- al sinvergüenza de Burga y sus adulones.
Pero no nos ponemos a pensar lo mal que la pasan los peruanos que residen en el exterior; ellos voltean y se encuentran con gente de otra nacionalidad, gente que –a pesar de que esto es un simple deporte- se burla de la suerte de “el peruano”, se burlan de lo mal que juega –y la vergüenza que da- el equipo que entre comillas “lo representa”… y la pasan mal, mucho peor que nosotros que estamos rodeados de peruanos como nosotros, la ira, la cólera, la decepción se convierten en una cuestión cotidiana que avergüenza más que el mismo resultado.
Renato Gálvez, peruano, 36 años, residente en EEUU hace 20 años, cada vez que juega Perú se apresta a ver a “su equipo” a pesar de que sabe que es probable que otra vez lo decepcione, pero él está lejos y dicen que la peruanidad se siente más cuando uno está fuera del terruño… y la selección lo deja una vez más con los crespos hechos y sabe que tiene otra vez que soportar las burlas y mofas características de los que lo saben peruano y reniega otra vez…hasta prefiere que le recuerden a Laura Bozzo antes que a la selección que da aún más vergüenza que la horripilante animadora.
Esta vez Renato no aguantó mas, se sentó frente a su computadora y envió un e-mail que por lo genial de su redacción y por lo importante que resulta –desde su óptica de peruano en el exterior- me permito reproducir, lógicamente con su autorización… dice Renato:
"Tuve la desgracia de ver el partido, si. Uruguay no salió a matar, pero le fue imposible no hacerlo habiéndose encontrado enfrente con un equipo medio muerto y regalón.
Esta vez lo vi a través de un medio en Inglés, pero el comentario fue básicamente el mismo:
“Lack of talent is forgivable, lack of effort never is.”
La falta de talento se disculpa, la falta de esfuerzo jamás.
Y es que la característica fundamental del futbol peruano es esa, y cualquiera que ve un partido de los nuestros lo puede ver.
A lo largo de los años muchos amigos que gustan practicar este deporte me han dicho, ‘yo si la hubiera hecho, pero no me apoyaron’, ‘yo hubiera sido futbolista, pero mi mama me obligo a ir a la universidad’, u otros allegados me han comentado, ‘él si la hacía, tenia biotipo, y jugaba como los dioses pero no pudo porque aquí no apoyan’. Yo ya estoy cansado de esto…
Al próximo que me diga algo así lo voy a mandar a la REPUTESUMADRE.
Le voy a decir, ‘felizmente no llegaste marica sin huevos, porque el que quiere algo lucha para llegar y no se anda excusando y echándole la culpa a todo el mundo!
Si hubieras llegado, ya me imagino que tampoco pelearías los balones divididos, que tampoco correrías tras la bola cuando la perdieras, y que darías pasecitos sin sentido a gente mal ubicada y marcada solo para quitarte la responsabilidad de ir hacia adelante tu mismo cuando te vez ligeramente presionado.
"El futbol es el reflejo de la cultura de cada país". Como cambiar la nuestra?¿Cómo pueden borrachosos competir contra atletas?
¿Cómo no siempre favorecerá el árbitro al rival si nuestra representación dirigencial es pobre, llena de gente que no hace su trabajo, solo juega para sí y no están ahí para defender nuestros intereses?
¿Cómo pueden los jugadores, o ex jugadores como Chemo, volver a su realidad si son ‘Ídolos’ y ‘símbolos’ ...aunque realmente son unos malos de mierda que nunca ganaron nada?
No es lo de ayer de esperar de los hijos de una cultura que no tienen problema con año a año llegar a la Libertadores para ser humillados y volver a casa sin vergüenza pues seguirán siendo ídolos de hordas, hijas de la misma cultura, que hacen fiestas en los estadios y se hacen tatuajes en sus cuerpos como si las porquerías que admiraran jugaran al fútbol o dieran espectáculo.
Con la prédica de que el buen hincha siempre ama a su equipo, estos hinchas besan sus crucecitas, lloran, gritan, saltan, dañan paredes ajenas con grafiti, siempre excusan a propios y acusan a ajenos PERO NUNCA cuestionan si al equipo que admiran vale la pena admirarlo. No eso no. Sería como cambiarse de religión, o cambiarse de partido político.
Las 3 cosas se las enseñaron de chiquitos, tienen que ser verdad!! Respeta pues respeta!!
Y así los jugadores, la dirigencia y los hinchas hacen eterna esta vergüenza.
Yo, por mi parte, ya no iré a los estadios cuando esté en Lima, ni asistiré a ningún lugar donde tenga que pagar para ver a nuestros equipos. Burga y compañía no recibirán de mi ni un dólar, ni un sol mas, no de mi parte’. No apoyaré a ningún equipo que sea ‘Campeón’ o ‘Copero’ y que solo nos llene de vergüenza año tras año.
No apoyaré a la selección mientras la dirigencia siga en pie. Si no hay plata, seguramente no querrán ser dirigentes mas.
Y con respecto al amor a la camiseta, no el del jugador sino el del hincha, opinaré que el amor es algo que se alimenta día a día, -salvo el de padres a hijos- no es gratuito. Si eres una mierda nadie tiene porque quererte. Ojala algún día la hinchada le en$eñe esto a tanto ‘ídolo’ y equipucho desvergonzado en nuestro tan golpeado -que a veces parece que ya no le doliera- Perú.
Richard Ormeño, peruano, cuarentipico de años, vive en Guayaquil hace casi diez años. Trabaja en una empresa de envío de divisas ubicada en un concurridísimo centro comercial en la ciudad. El nombre de la empresa tiene como frase nominal la palabra “Perú”, y en el centro es conocidísimo ya que siendo el administrador del lugar y teniendo como característica su nacionalidad, siempre es blanco de las burlas de los ecuatorianos-que para joder a los peruanos siempre están a la orden del día-
Hoy me llamó, solo para decirme:
“Puta madre, que vergüenza, ahora tengo que soportar otra vez la joda de esta gente...”
Pero lo que más me impactó fue:
“Acá ya se están alistando para ver el partido –horas más tarde se enfrentaban con Colombia- pasan con sus camisetas puestas… yo que me voy a poner la camiseta de Perú, me da vergüenza…”
La selección de fútbol cuando juega no pone en juego a la nación ni a la bandera, eso si me parece una huachafería, pero lo que si puede llegar a indignar es que por un grupo de imbéciles –dirigentes y jugadores- uno tenga que hacerse el de otro país para evitar la sorna.
La verdad es que no me había puesto a pensar en esto, los peruanos en el exterior van a trabajar, a progresar, sacrificando sus querencias y familias; si los que nos representan tuvieran un poco de dignidad a la hora de presentarse, estaríamos hablando de otra cosa.
Ellos, Renato y Richard, estoy seguro, representarían mejor al país, de hecho lo hacen, trabajan en el extranjero y es por sus capacidades que continúan allí…mientras que acá los borrachos, los redomados cobardes, los remedos de futbolistas, los delincuenciales dirigentes, no pueden hacer lo que se supone deben hacer: SU TRABAJO… y su trabajo es representarnos bien ¿no?
Viendo unas imágenes exclusivas de América TV, observo con asombro unas tomas de Chemo del Solar, en ellas se aprecian los gestos y las muecas que hizo cada vez que a Perú le metían un gol…en esas tomas se aprecia claramente, cuando a Perú le anotaron el cuarto gol, que Del Solar empieza a gritar hacía la cancha: “CAGONES, CAGONES…”
Nunca pudimos estar tan de acuerdo, pero si los náufragos que alineaste son “Cagones”, ¿tú que eres?
Ya comentaremos las opiniones de mi buen amigo Renato, esto tiene para más...
Foto Cortesía El País.com (Diego Forlán, verdugo anoche de Perú)
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